EL PODER DE LA GEOMETRIA SAGRADA

La geometría sagrada es donde las matemáticas se encuentran con la espiritualidad. Nos muestra figuras, formas y patrones especiales, incluidos sólidos perfectos, que tienen significados profundos y nos brindan información sobre cómo está organizado el universo. Al estudiar estas formaciones, aprendemos sobre los componentes básicos de la vida y la existencia. Imagínese comenzar con un solo punto en el vacío y ver cómo todo crece desde allí.

Nuestro mundo está poblado por códigos: manifestaciones de la comunicación entre toda clase de formas de vida y elementos. Y tal vez el código más fascinante es la geometría sagrada; sin duda uno de los lenguajes más difíciles de descifrar, pero que, a través de la simple observación, nos ofrece pistas sobre la configuración del cosmos y de la información que, discretamente, se transfieren entre sí toda clase de entidades orgánicas e inorgánicas.

¿Qué es la Geometría Sagrada?

La geometría sagrada es el estudio de formas y patrones especiales que a menudo se ven en la naturaleza y tienen profundos significados espirituales. La gente ha notado estas formas en cosas como las espirales de las conchas marinas, la forma en que se construyen las colmenas y los patrones de los copos de nieve.

Estas formas son especiales porque muchos creen que muestran una conexión entre el mundo que nos rodea y algo más grande o más espiritual. 

La pura noción de “geometría” resguarda un componente sagrado. Se trata de la disciplina que mide la tierra; y, aunque coloquialmente la relacionamos con figuras abstractas que, cuando aparecen en el mundo natural, resultan sorprendentes y casi milagrosas; en realidad, la geometría es la matemática del espacio. Y la posibilidad de que el espacio sea analizado bajo preceptos concretos es excepcional; sin duda sublime y, por ello, sagrada.

Por otro lado, se remarca el carácter sagrado de la geometría, cuando uno asume que la manera en que se configuran las formas en el espacio no puede más que ser evidencia de que hay un orden o inteligencia superior que configura la existencia; en otras palabras, la geometría sagrada supone que −como dijo Platón, según Plutarco− “dios geometriza continuamente”.

Así, la geometría sagrada definitivamente contiene un elemento espiritual y es un valioso intento por develar la “lógica del universo” y asociar las figuras presentes en el mundo a una dimensión distinta de su propia materialidad; otorgándoles una naturaleza simbólica.

Platón fue uno de los primeros pensadores que jugó con estas posibilidades. Pero uno de los máximos exponentes en la materia fue el astrónomo alemán Johannes Kepler, autor del libro Mysterium Cosmográfico, donde explica la proporción espacial que hay entre los seis planetas entonces conocidos.

Antes de Kepler ya existía una teoría similar. La “armonía de las esferas”, una noción pitagórica que explicaba que el universo está gobernado por proporciones armoniosas y que el movimiento de los planetas está regido por proporciones musicales; de tal manera que cada intervalo entre un planeta y otro corresponde a una nota musical.

Análogamente, hay una proporción similar en otros aspectos cruciales del universo. O por lo menos así se ha pensado en Occidente. Para los renacentistas, el cuerpo humano era la mejor evidencia de esto y la máxima representación de esta creencia es El hombre de Vitruvio, el famoso dibujo de Leonardo Da Vinci inspirado en el arquitecto romano, Vitriviuos.

Así, entre hipótesis de antiguos griegos y renacentistas, los occidentales hemos forjado las nociones de equilibrio, proporción y belleza con la geometría sagrada en mente. El cuerpo es bello, entonces, cumple con la divina proporción. El espacio adecuado se ordena armoniosamente. Y el arte más valorado replica la espiral sugerida en la famosa secuencia de Fibonacci (0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, y así sucesivamente).

Comprender el poder de los símbolos de la geometría sagrada

Los símbolos de geometría sagrada tienen una larga historia, abarcando diferentes culturas y civilizaciones durante siglos. Se cree que estos símbolos poseen energía divina y transmiten poderosas vibraciones que pueden influir en nuestros pensamientos, emociones y experiencias. Al profundizar en sus significados, podemos aprovechar esta energía y desbloquear su potencial para el crecimiento y la transformación personal.

Cada símbolo sagrado tiene su propio significado y propósito únicos. Exploremos el poder detrás de estas formas:

Reflejo del cosmos interno

Por otro lado, tal vez el aspecto verdaderamente sagrado de la geometría es nuestra capacidad de hacerla presente, de encontrarla en el mundo que nos rodea. La noción de belleza, como ha sido demostrado por tradiciones más frescas —como el arte moderno y contemporáneo— no es universal y no solo una forma de organizar el mundo es válida.

Lo geométrico, lo simétrico y lo fractal nos complacen porque nos remiten a lo proporcionado, regular y familiar; en otras palabras, al ideal de belleza occidental, forjado por Platón, perfeccionado en el Renacimiento. Pero, en el mundo y al interior de uno mismo, existe la posibilidad de abrir los caminos de nuestra existencia y reinventar los puntos de anclaje de los cuales partimos para medir la tierra.

Conexión con la energía divina

Se cree que los patrones de geometría sagrada son una conexión directa con la fuente universal de energía o lo divino. Representan los patrones subyacentes de la creación y la existencia, reflejando la armonía que se encuentra en la naturaleza. Al interactuar con estos símbolos, podemos alinearnos con esta energía superior y experimentar una sensación de unidad con el universo.

Despertar ADN espiritual

Si bien es más complejo en muchos sentidos, puede pensar en una geometría sagrada como una llave de conciencia. Cada llave tiene una forma diferente y el patrón es específico para una puerta en particular. Del mismo modo, las geometrías sagradas del despertar del alma son únicas y reflejan la siguiente puerta de entrada para un alma en particular. ¡Por lo general, no funciona pedir prestada la llave de la casa de otra persona! 

Estas «claves» específicas del alma también pueden actuar como activaciones de ADN cristalino o activaciones de ADN del alma . En diferentes puntos a lo largo del viaje del alma, se pueden encontrar y recibir diferentes geometrías sagradas del despertar o la curación. 

El camino del despertar y la ascensión del alma es uno de elevación continua y nuevas puertas a nuevos mundos de energía y conciencia. El acceso a su próximo paso puede ser asistido a través de conexiones a las geometrías sagradas únicas para ese punto en el viaje del alma. La geometría sagrada nueva y diferente está disponible en diferentes etapas o lugares en su camino a medida que se eleva su vibración energética. 

Influir en pensamientos y emociones

Las vibraciones energéticas emitidas por estos diseños sagrados pueden tener un profundo impacto en nuestros pensamientos y emociones. Por ejemplo, se cree que el símbolo de la Flor de la Vida promueve el equilibrio, la armonía y la iluminación espiritual. El símbolo del Cubo de Metatrón está asociado con energías de protección y conexión a tierra. Al meditar o usar estos símbolos, podemos mejorar aspectos específicos de nuestro bienestar mental y emocional.

Manifestar experiencias deseadas

Las formas de geometría sagrada tienen un inmenso poder de manifestación. Sirven como representaciones visuales de nuestras intenciones y deseos. Cuando centramos nuestra atención en un símbolo particular que resuena con lo que queremos atraer o manifestar en nuestras vidas, ayuda a alinear nuestra energía hacia ese objetivo. Esta alineación aumenta la probabilidad de experimentar sincronicidades u oportunidades relacionadas con nuestras experiencias deseadas.

Autorrealización 

Los caminos por los que viajan las almas en sus viajes están marcados por sucesos físicos. La mayoría de los eventos de despertar de la conciencia, conexión Divina o autorrealización están conectados con la geometría sagrada desde una frecuencia vibratoria más alta. 

Estas geometrías sagradas son la red energética «invisible» que da acceso a niveles superiores de conciencia.

A través de estas entradas de energía, nos introducimos a nuevas formas de vernos a nosotros mismos, nuestro mundo y la naturaleza de la realidad. 

Es como si de repente recibiéramos un nuevo par de anteojos, y la vida está en un nuevo enfoque y percepción.